El Gobierno ha aprobado el proyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario; el texto obliga a las empresas a disponer de un plan de prevención del despilfarro alimentario, prioriza la donación y trata de fomentar las buenas prácticas, la educación y la concienciación respecto a la prevención. Obliga también a las empresas a cuantificar el desperdicio e incluye un régimen sancionador para los incumplimientos.

Justicia Alimentaria presentó, el pasado 25 de mayo, un estudio comparativo sobre la ‘La compra pública alimentaria en Europa’; la organización reafirma con este informe la capacidad transformadora de la compra pública alimentaria y reclama una ley estatal que refleje objetivos medioambientales más ambiciosos y que incorpore también aspectos relacionados con las condiciones sociales y laborales.

Seguimos desgranando el programa de colectividades que se desarrollará dentro del marco de las ferias Alimentaria & Hostelco; además de las demostraciones de cocina de las que ya os hemos hablado, están previstas también cuatro mesas redondas en las que se tocarán temas de absoluta importancia para el sector: gestión (compras, inflación, precios, materias primas…), seguridad para personas multialérgicas, seguridad alimentaria en cocina y papel de la restauración respecto a los ODS.

La preocupación en torno a la alta movilidad del talento en la era pospandemia va creciendo y la restauración colectiva no es ajena al fenómeno. Con o sin estrategia laboral detrás, las personas buscan hoy en día mejorar, y no exclusivamente a nivel económico. El encaje de la vida laboral anhelando una mejoría vital, hace que los trabajadores quieran aumentar sus posibilidades de desarrollo, mejorar condiciones o simplemente estar en un puesto en el que se sientan bien, motivados y felices.