Lunes, 09 de octubre 2023
Las nuevas tapaderas herméticas Gastronorm inox ‘Easy - Open’, de Dégerman, además de evitar derrames durante el transporte y distribución de comidas desde las cocinas centrales, cuentan con una anilla para facilitar la apertura, evitando quemaduras y sin perjudicar su estanqueidad.
El transporte en caliente está disfrutando de un incremento relevante en la actualidad y casi dos tercios de las comidas transportadas mediante este sistema son semilíquidas o líquidas. Las nuevas tapaderas herméticas Gastronorm inox ‘Easy - Open’, de Dégerman, además de evitar derrames durante el transporte y distribución de comidas desde las cocinas centrales, cuentan con una anilla para facilitar la apertura evitando quemaduras y sin perjudicar su estanqueidad.
El problema de las tapaderas herméticas del mercado es que son muy incómodas de manipular. Normalmente están muy calientes y, para no quemarse, los operarios suelen ayudarse de elementos cortantes que perjudican sin remedio la silicona. Normalmente no duran un curso escolar cuando el trabajo es intenso.
Además, con el formato actual de la tapa, las restricciones por la medida de la norma, el recalentamiento continuado y los detergentes en el lavado hacen de la fijación silicona-acero algo muy difícil de conseguir. Si miramos el coste unitario de reposición por cubierto, es una de las partidas más costosas en una cocina central de producción.